domingo, 20 de mayo de 2012

CAPERUCITA ROJA



Mientras Roja se encuentra en una tierra muy lejana entrenando con un misteriosos grupo encubierto llamado “Las hermanas Hood” es llamada por Flippers Girón, Jefe de la Agencia “Felices por siempre” para resolver, en conjunto con El Lobo, el misterioso caso de la desaparición de Hansel y Gretel.

MANU CHAO




Manu Chao
(París, 1961) Cantante y compositor hispano-francés, ex líder de la banda Mano Negra, creador de un personal estilo que sintetiza músicas de todo el mundo, y figura destacada de los movimientos antiglobalización en el ámbito musical.
Manuel Chao nació el 21 de junio de 1961 en París, hijo del periodista Ramón Chao y de Felisa, física de profesión, ambos gallegos inmigrantes. Pasó su infancia en Boulogne-Billancourt y luego en Sèvres, poblaciones de la región parisiense. Siempre fue un alumno brillante, y sus aficiones en el tiempo libre eran jugar al fútbol con amigos y escuchar todo tipo de música, desde rock hasta canciones revolucionarias españolas.

De pequeño aprendió el rigor intelectual de su padre, corresponsal en París de la revista Triunfo y también músico aficionado. Ramón Chao ha relatado posteriormente cómo su hijo impresionó a alguno de sus amigos célebres, como Alejo Carpentier, que le regaló su primer instrumento de percusión, o Antonio Saura. Para hacerle ganar algún dinero, a los catorce o quince años le mandó hacer las fotos de sus reportajes y, tras una entrevista, cuenta que Felipe González le dijo: «Este chico va a ser alguien».
Enamorado del punk, especialmente tras ver a The Clash en concierto, desde 1985 empezó a tocar en bandas como los Hot Pants o Los Carayos, que formó su hermano mayor, Antoine. Por entonces estaba inmerso en la escena alternativa rock de París, que se desarrollaba en locales improvisados como bares, casas ocupadas o fábricas abandonadas.
El espíritu trasgresor y el rechazo a los canales convencionales propios de Mano Negra nacieron en esta escena, de la que salieron otras bandas imprevisibles como Les Négresses Vertes o, en el resto de Europa, Urban Dance Squad (Países Bajos) o Negu Gorriak (País Vasco).

jueves, 3 de mayo de 2012

IMAGEN DE LA FAMILIA EN UN COMIC












ORIGEN DEL CARICATO Y LA VIÑETA, COMO PASAN EL COMIC


ORIGEN DEL CARICATO Y DE LA VIÑETA….PASAN AL COMIC
Los primeros ejemplos que encontramos son los del antiguo Egipto. Todos los autores que se han encargado de estudiar el tema, coinciden en remontar sus orígenes hasta las culturas Mesopotámicas, Precolombinas, egipcias...; así Gaya Nuño señala por lo que se refiere a Egipto que en diferentes papiros como el del British Museum, el del Museo Arqueológico del Cairo o el Museo de Egiptología de Turín (todos pertenecientes a la XX dinastía), aparecen representados varios animales como el asno, el león, el cocodrilo o el mono, tocando instrumentos dentro de un lujoso ambiente, o incluso una escena en la que una rata sentada en un trono recibe como ofrenda una flor de loto por parte de un gato, escena que es contemplada por otras ratas que portan atributos reales.
Otro de los periodos en donde más florecerá la caricatura del Antiguo Egipto, es en el de la XVIII dinastía, fundamentalmente en el periodo Amarniense, momentos en los que tras la reforma de Amenofis IV (Akenaton) se produce una fuerte crítica a toda su política de cambios, en este sentido son famosos los "graffiti" encontrados en las antiguas murallas de Tebas representando de manera muchas veces soez a Nefertiti y Akenaton.
Pasando a otra cultural la época griega es rica en representaciones caricaturescas, cuya evolución va respondiendo a los diversos conceptos que sobre el tema de lo "cómico" aparecen en su filosofía, así desde un punto de vista teórico esta ciencia se preocupaba por indagar la esencia y el valor ,moral de lo cómico analizando su aspecto estético, ejemplo de toda esta preocupación lo encontramos en Platón quien no contempla nada bueno en la hilaridad, o de Aristóteles quien la considera de escaso interés, motivo por el cual no se le ataca directamente, más bien se la elude, sin embargo una generación posterior con Teofrasto (discípulo de éste último) se empieza a ver ya lo cómico como algo positivo; y de esta forma es cuando la literatura y el arte nos empezarán a mostrar los más claros y ricos ejemplos de caricaturas. De entre los cuales y a modo de ilustración se podrían citar los siguientes:

a) Cerámica griega del siglo V a.c. que se conserva en el museo de Florencia, y representa a la figura de Eneas con Aquiles y Ascanio, todos ellos con cabezas de animales.
b) Ánfora Póntica del Museo de Munich representando una parodia del Juicio de París
c) Kylix ático del Museo del Vaticano del siglo V a.c. en la que se representa a Esopo aprendiendo de una zorra, muy en la línea de la sátira aristofanesca "Las Nubes".
d) Por otro lado existen un buen número de figurillas ridículas de época helenística que nos recuerdan más a las máscaras y a los tipos de la farsa griega y de la comedia nueva.
e) Cerámicas áticas del siglo V a.c. en donde se dibujan los aspectos más embarazosos de la vida fisiológica del individuo.
f) Diversas parodias de la Ilíada o de escenas dionisiacas representadas en la Cerámica en donde lo cómico encuentra un terreno abonado.
En todos estos ejemplos como se puede apreciar, encontramos su fuente recurrente o bien en los poemas homéricos o bien en el teatro, sobre todo del de genero popular del siglo IV a.c.; siendo realmente escasas cualquier otro tipo de representaciones, a no ser, claro está, de las exageraciones y deformaciones que con carácter intencionado se introducen en la pintura o en la escultura de un personaje. De esta forma encontramos en Grecia el nacimiento de las dos fuentes principales de la caricatura que se darán a lo largo de toda la historia, esto es:
1) Escenas que conducen a la hilaridad por su tema, tal y como aparece en la literatura (por su contenido)
2) Escenas que conducen a la hilaridad por su representación grotesca y deforme (por su forma).



Definición: como “una serie de imágenes secuenciadas que narran una historia, acontecimiento o mensaje, a través de imágenes impresas, que pueden ir o no acompañadas de texto”. Posee un lenguaje mixto, al estar formado por imágenes y texto.
Categorías del comic: horror, erotismo, acción…son muchos los tipos de comics.

De la ventana y la viñeta.
El origen de la pintura moderna se identifica con el concepto de ventana, cuando en el siglo XV se exige a esta el principio de visión de mundo y por tanto realizarse como representación, según el recorte que la mirada determina. Es la idea de recorte la que encuentra en la figura de ventana su encuadre preciso. Ella nos permite ver un segmento selectivo de mundo, el que además debe cumplir con una gran unidad interior, que incluye hasta los conceptos de espacio y tiempo. Así las cosas representadas se instalan con una quietud ejemplar y ejemplarizadora en cuanto la idea de orden, el cual por esto cumple también con el paradigma del orden universal. El descubrimiento fundamental que permite la realización de todo esto es la perspectiva especialmente por su estructura centralizada que confirma la dependencia de los bordes.
Entonces la ventana como recorte y el orden perspectivo, darán al cuadro el carácter de una salida construcción que siendo del mundo se le separa, para poder así ser más que el mundo contingente, constituyéndose en mundo ideal.
Si aceptamos como origen de la viñeta, las ilustraciones xilográficas que acompañaron a los primeros textos producidos por la imprenta, tenemos que aceptar la coincidencia histórica con la ventana; así también se presenta el recorte del espacio, aunque este resignado a la dimensión de los tipos, que ordenan la caja para la impresión. También está la analogía entre la retícula espacial que determina el orden perspectivo y la retícula que, como ordenación en pavimento, sistematiza la caja tipográfica. Análoga en el orden que alcanza también a la historia, al entenderse esta como el continuó episódico que modula el tiempo.
Aún si remontamos la búsqueda del origen de la viñeta hasta las letras iniciales, de los textos manuscritos medioevales, encontramos también el sometimiento necesario de esta ornamentación al espacio de distribución en líneas que el texto requiere.
En esta historia, donde realzamos la relación de la viñeta con el texto, no podemos eludir mencionar la pintura que desde la temprana edad media, cuando por un principio evangelizador, requerido como superación del analfabetismo, se plantea el relato de los episodios sagrados. Cuestión que en lo fundamental reitera nuestra propuesta, por el mismo sentido de orden que exige la narración, pero sobre todo por el sometimiento espacial determinado por la arquitectura, cuya característica general es la regularidad.
Descripción: GAYTodo lo anterior nos ofrece la posibilidad de analogías, pero sobre todo de diferencias, la pintura en la búsqueda de su autonomía, progresivamente se aleja de la idea de ilustración, identificando autonomía con el concepto de absoluto en la ocupación del campo que determina su encuadre. Por el contrario la viñeta no puede clausurar el concepto de temporalidad como continuo y por tanto del transcurso del relato. A esto debemos necesariamente ligar su libertad espacial, que le permite superar el borde, generándose desde muy tempranamente rupturas del encuadre. Característica que le dará su máxima propiedad y definición de género. El desafío que impone la dificultad del tiempo como representación permite a la viñeta del comic, instalar una de las operaciones más fundamentales de la retórica: la elipsis, nombre de la figura geométrica caracterizada por el doble centro, el cual rompe la unidad fundamental del origen moderno de la pintura, abriéndose por esto, al interior de la modernidad como la estructura que integra el concepto de otro, en este caso el lector-visualizador, que entre viñeta y viñeta tiene reservado, el espacio para su imaginación. La pintura buscando la quietud de su autonomía, será centrípeta; la viñeta, activa, excéntrica será centrífuga. Esto permite las más amplias posibilidades: diálogos entre viñeta y viñeta, perforación de una por otra, ruptura de la regularidad del orden reticular, todo por una elipsis, todo por y con ese lector-visualizador.
Por esto puede salir de sí misma y penetrar nuestra vida cotidiana hasta tal punto de constituir verdaderas señales de identificación. En los ochenta el código de la viñeta, generó circuitos de mutuo reconocimiento, fanzines de impresión muy rudimentaria circularon buscando mundanidad, en medio de una sociabilidad que se buscaba destruir. El día del triunfo del "No" aparecieron de pronto fantásticos murales cuya iconografía estaba en relación directa con el comic. El comic demostró que había superado, aunque fuera por un necesario, su marginalidad y podía ofrecerse al imaginario del momento. Este es un hecho del que debiéramos hablar mucho más.
El arte contemporáneo y el comic se encuentran finalmente en los sesenta, gracias a una mirada hacia fuera del marco de la ventana que se reconoce en la viñeta, encontrado en ella un realizarse productivamente respecto a la crítica iniciado sobre la modernidad. Encuentro este que no puede ya interrumpirse y el MAC se ofrece como espacio abierto a este diálogo. Su carácter universitario le obliga a esta relación de borde en la pesquisa de todos los saberes que componen nuestro tiempo y por esto conforman nuestra imagen de realidad. El MAC así se ofrece como espacio para el comienzo de una nueva historia de la ventana y la viñeta, proponiendo un entrelazado para otros proyectos conjuntos

La palabra cómic designa a aquello que algunos denominan figuración narrativa; esa forma híbrida que mezcla texto e imagen se desarrolló en Norteamérica a fines del XIX.
A estas narraciones se las ha denominado cómics porque fueron esencialmente cómicas. Hasta 1929 no apareció el primer cómic realista, Tarzan, de Harold Foster, inspirado en la obra de Burroughs.
Como las restantes formas expresivas creadas por los medios de comunicación de masas, los cómics son unos productos industriales. Ello supone que en el proceso que va desde su creación hasta su difusión pública en ejemplares múltiples y en forma de papel impreso, intervienen gran número de personas y diversos procesos técnicos. En puridad, el cómic existe como tal sin necesidad de su multiplicación y difusión masiva, y, de hecho, el producto artesanal y único surgido del pincel o de la plumilla del dibujante lo es ya. Sin embargo para que tal producto alcance el estadio de la comunicación de masas es necesario proceder a su reproducción en ejemplares múltiples, tarea propia de la industria periodística o editorial.
El cómic es un fenómeno de ámbito mundial. A pesar de que históricamente alcanza su máxima expresión en Estados Unidos y Europa, Hoy en día, se lo encuentra por doquier, y sobre todo en Japón, donde está experimentando un volumen de producción y un dinamismo extraordinarios.
Cada país ha adoptado un término específico para designar esta expresión artística: así, en Francia las tiras o strips dan lugar a Bande dessinée o B.D.; en Italia el termino fumetti deriva de la palabra fumetto (o humito), que designa al bocadillo. Los países anglófonos utilizan comic y en España se alterna ese término castellanizado cómic con la palabra historieta, más globalizadora, utilizada así mismo en la América hispanohablante. En Portugal se utiliza el termino quadrinhos.

Los orígenes.
Los cómics surgieron, precedidos de una larga tradición de narrativa iconográfica en Europa y por un exuberante desarrollo de la ilustración, en el seno de la industria periodística estadounidense, a finales del siglo XIX.
Los cómics nacieron en Estados Unidos como consecuencia de la rivalidad de dos grandes rotativos de Nueva York: el World (New York World), propiedad de Joseph Pulitzer desde 1883, y el Morning Journal, adquirido por William Randolph Herast en 1895.
En un clima de intensa competencia comercial, el World creó, en abril de 1893, un suplemento dominical en color en el que publicaron sus creaciones los dibujantes del periódico. Entre estos figuro Richard Felton Outcault, quien desde julio de 1895 dio vida a una serie de abigarradas viñetas, sin narración secuencial, en las que con intención caricaturesca mostraba estampas infantiles y colectivas del proletario barrio de Hogan Alley, en Nueva York. En esta serie, y a través de diversos tanteos, fue tomando cuerpo un protagonista infantil -calvo, orejudo, de aspecto simiesco y vestido con un camisón de dormir de color amarillo (coloración adquirida el 16 de febrero de 1896)- que fue bautizado como Yellow Kid (niño amarillo). Aunque en la serie habían aparecido ocasionalmente globos con locuciones inscritas, Yellow Kid se expresaba, a través de textos escritos en su camisa, en un lenguaje crudo y populachero.
Pero al adquirir Hearst el Morning Journal e iniciar, en octubre de 1896, la publicación de su suplemento dominical titulado The American Humorist, arrebató a Outcault a su rival y le hizo que continuara las andanzas de Yellow Kid en sus páginas, mientras el World proseguía la publicación del mismo personaje, pero dibujado por Geo B. Luks.
Los cómics primitivos, siempre de carácter jocoso, iniciados por Rudolph Dirks en el Mourning Journal, se orientaron fundamentalmente hacia los protagonistas infantiles y sus travesuras (Kid strips), tendencia en la que destacaron los revoltosos niños germano americanos The Katzenjammer Kids (1897), en el marco de África tropical.
Con la duplicidad de Yellow Kid y con este nuevo episodio se instauró definitivamente en los cómics la supervivencia de los personajes dibujados más allá de la voluntad, e incluso de la muerte, de sus creadores originales.
Una ternura infantil presidió también la creación de Little Tiger (1897), el tigrecito dibujado por James G. Swinnerton para el Morninga Journal, que iniciaba la estirpe de animales protagonistas. En el mismo periódico apareció, en 1899, el vagabundo Happy Hooligan , obra de Frederick Burr Opper. El mismo dibujante dio vida a los extravagantes franceses Alphonse and Gaston (1900), caricatura del refinamiento francés, y a la agresiva mula protagonista de Her name was Maud! (¡Su nombre era Maud!).
Así empezó a esbozarse, siempre en forma de caricatura, la tipología del antiheroe asocial, que tuvo su mejor plasmación en el alto y poco escrupuloso Augustus Mutt (1907), obra de Bud Fisher, iniciador de las daily-strips (tiras diarias), personaje que en 1908, encontraría al pequeño Jeff en un manicomio, con quien se uniría para formar la extraña pareja Mutt and Jeff.
Sin embargo, en la era de la adolescencia de los cómics, el punto más alto de utilización de la fantasía, sin inhibiciones industriales, corresponde a la aportación de Windsor McCay. Este inició la explotación del universo onírico con la serie Dreams of the Rarebit Fiend, en la que un personaje que había comido en exceso Welsh Rarebit (tostada cubierta que queso derretido con cerveza), tenía en cada episodio una pesadilla, de la que despertaba en la última viñeta.
También tuvo una orientación presurrealista la originalísima serie protagonizada por la gata Krazy Kat (1910), obra de George Herriman, que , a modo antinatural, aparecía enamorada del ratón Ignatz, pero no era correspondida, y, en cambio, era amada por el perro-policía Ofissa B. Pupp, a quien ella no quería.
Este ciclo de libérrima fantasía creativa, tanto en la elección de personajes y situaciones como en audacias técnicas y narrativas, entró en declive hacia 1915, debido en parte a la estandarización y conservadurismo industriales impuestos al género al ser tutelados los cómics por los Syndicates distribuidores de material dibujado en los periódicos, los cuales ahorraron así a las empresas periodísticas el mantenimiento de dibujantes propios, si bien renunciando con ello los rotativos al lujo de la exclusiva en este campo.
La creación de los Syndicates supuso un progreso, por cuanto al desvincular el dibujo de cómics de las redacciones de cada periódico dio enorme difusión al género, pero también un retroceso tanto por imponer una estandarización formal y temática, como por la abrumadora influencia ejercida sobre los autores y sus productos, cuya libertad e independencia artística quedaron seriamente amenazadas. Consecuencia de la actitud estandariza dora fue la codificación e implantación de ciertos géneros, como la tira familiar (family strip), que si bien era de intención satírica, en el fondo era respetuosa con la institución familiar que criticaba. En este ciclo destacaron: las series de George McManus, The Newlyweds (1904), y Bringing up Father (1913), feliz sátira del inmigrante nuevo rico; The Gumps (1919), de Sidney Smith; The Thimble Theatre (El teatro del dedal), 1919, de Elzie Crisler Segar, serie de la que en 1929, surgiría Popeye.
La existencia de una amplia capa femenina de lectores de cómics determinó también el nacimiento de la girl strip, con protagonista femenina,  cuya pionera fue Polly and her Pal, 1912, de Cliff Sterrett (guión y dibujo).
En esta era de adolescencia de un arte los cómics podían juzgarse en su conjunto como productos culturales bastante candorosos y con un registro temático notablemente limitado.
No obstante se dieron algunos tímidos balbuceos en el campo del cómic de aventuras. En este apartado cabe señalar el nombre del dibujante Charles W. Kahles, autor de las aventuras en globo del niño Sandy Highflyer (1903), y del también infantil Hairbreadth Harry (1906), un muchacho justiciero. Dando un paso más Harry Hershfield introdujo en 1910 la estructura serial, con episodios que se continuaban. Sin embargo, el intento más importante para implantar la narrativa de  aventuras en los cómics provino del dibujante Roy Crane, autor en 1924, de la serie protagonizada por Wash Tubbs, quien desde 1928 actuaría acompañado del Captain Easy. En esta serie a pesar de los rasgos caricaturescos de los rostros ya presentar a un protagonista de baja estatura, Crane rebasó el esquematismo gráfico de sus predecesores al introducir el uso del pincel, con masas negras y grises matizados, anunciando el estilo naturalista que sería propio del cómic de aventuras en la década siguiente.
Quiero apuntar antes de proseguir, que aunque la capitalidad de los cómics en los primeros años del siglo correspondiese a Estados Unidos, también se produjeron obras valiosas en algunos países europeos como en Inglaterra, Francia e Italia sobre todo.